Los champiñones cultivados en Europa ofrecen una amplia variedad de sabores, texturas y opciones a nivel culinario, con grandes ventajas nutricionales como su bajo contenido en grasas y calorías, o su aporte de a dietética y proteínas.
Una de las variedades más populares es la de la familia Agaricus —los más comunes y que se cultivan en abundancia por su sabor suave y terroso—, que abarcan subtipos como los champiñones blancos, los marrones, cremini, portobello…
También existen otras variedades como las setas de ostra, en una gama de colores que se extiende desde el blanco hasta el gris o el rosa, las shiitake provenientes de Asia Oriental y que han ido ganando popularidad en todo el mundo por su característico sabor umami y su textura carnosa, o las carboneras, también conocidas como setas de cerdo o urretxas, que presentan un sombrero marrón oscuro y un suave sabor a frutos secos.
En cualquier caso, los champiñones cultivados en Europa son una opción perfecta para quienes buscan una dieta equilibrada con una ingesta calórica controlada, que además son muy versátiles en la cocina y dan lugar a propuestas tan atractivas como este Pastel de champiñones, tomate confitado y queso feta, una receta ofrecida por el GEPC Promo, Grupo Europeo de Promoción de Cultivadores de Champiñones y Setas.
Pastel de champiñones, tomate confitado y queso feta
INGREDIENTES
250 g de champiñones
200 g de harina
4 huevos
1 sobre de levadura
12 tomates en conserva, cortados por la mitad
200 g de queso feta, en cubitos
100 ml de leche
50 ml de aceite de oliva virgen extra
Sal y pimienta
ELABORACIÓN
Limpiamos los champiñones, les quitamos los tallos y los cortamos en dados.
Mezclamos la harina, los huevos y la levadura, le agregamos el aceite de oliva y la leche y mezclamos bien, aireando la masa.
Agregamos los tomates secos, el queso feta, la sal y la pimienta y vertemos la mezcla en un molde para pastel.
Horneamos durante 30 minutos a 180 °C.
Para comprobar si está hecho, clavamos la hoja de un cuchillo en el pastel, que debería salir seco.
Cortamos el bizcocho en rodajas y servimos frío o caliente.