Un socorrista italiano ha sido multado con 1.032 euros tras salvar la vida de una mujer por omitir un paso en el protocolo de comunicación y no avisar antes a la autoridad portuaria. «Estábamos salvando a una persona. No podíamos permitirnos perder preciosos minutos y segundos», ha justificado el hombre en una entrevista en Corriere della Sera.
El suceso ocurrió el pasado 3 de septiembre en la playa de Ca’Savio, en la región de Venecia. El socorrista, Saverio Amato, de 44 años, salvó de morir ahogada a una mujer, una turista extranjera de 70 años. Sin embargo, posteriormente recibió una multa de 1.032 euros por parte de la Autoridad Portuaria de Cavallino-Treporti al no haber informado rápidamente a la Guardia Costera de la grave situación.
Mientras Amato se encuentra «evaluando la situación» con sus superiores para recurrir dicha multa, ha asegurado que «el problema no es tanto económico, aunque la cantidad corresponde a dos tercios de mi salario. Es más bien una bofetada moral».
Para Amato, el protocolo a seguir en caso de ahogamiento está muy claro: «Durante la formación para obtener la certificación de socorrista nos enseñan a evaluar el tipo de emergencia, el contexto, el estado de la persona, la gravedad y mucho más. En una intervención de primeros auxilios siempre llamamos al 118 —el teléfono italiano del servicio médico de emergencias— mientras que si hay personas desaparecidas en el mar llamamos primero a la Guardia Costera. En el primer caso, recopilamos documentación que enviamos a la autoridad portuaria dentro de las 24 horas siguientes al incidente», ha detallado.
A pesar de ello, la oficina de la autoridad portuaria le multó. «Según el informe, la falta de comunicación habría dificultado el desempeño de las tareas institucionales de la Autoridad Portuaria. Pero en realidad fueron llamados por personal del 118», ha indicado el socorrista.
La vida de una persona corría peligro en ese momento, por lo que Amato decidió priorizar tareas. «La situación era crítica porque la mujer estaba inconsciente y había tragado mucha agua. Con el personal médico la estabilizamos e intervino el helicóptero que luego la trasladó al hospital», ha añadido.
Fue después de atender a la mujer cuando iba a avisar a la autoridad portuaria, pero estos se adelantaron «diciendo que debíamos haber contactado con ellos inmediatamente después de la llamada al 118. Intentamos explicar nuestros motivos, pero al final me multaron, 1.032 euros por haber salvado la vida a una persona», ha lamentado Amato.
Tras lo ocurrido, Amato recibió una llamada de agradecimiento por parte de la hija de la mujer rescatada, que incluso se ofreció a pagar la multa del socorrista, pero este ha rechazado amablemente el gesto: «Es una cuestión de principios», ha dicho.