Los perfumes no tienen una fecha de caducidad clara como los alimentos pero sí pueden cambiar con el tiempo y perder algunas de sus propiedades y características originales.
Estas son las señales a las que le podes prestar atención:
Cambio en el olor: si notás que el aroma ha cambiado, por muy pequeño que sea, para bien o para mal, ya no tiene la misma intensidad o calidad que tenía cuando lo compraste, es posible que haya perdido su frescura.
Cambio de color: algunos perfumes pueden cambiar de color con el tiempo y generalmente se vuelven amarillentos. Si ves que el líquido adquirió un tono diferente al original podría indicar que ha perdido su calidad.
Sedimentos o partículas: si encontrás cualquier tipo o cantidad de sedimentos o partículas, podría ser una señal que ha caducado.
Problemas en el atomizador: si ya no funciona correctamente o cambió la cantidad que dispara, podría indicar que el perfume ya no está en condiciones óptimas.
Los perfumes pueden durar mucho tiempo, incluso años, pero la duración general en buen estado puede variar según los ingredientes. También influye la forma en cómo lo almacenas y dónde. En condiciones favorables un buen perfume dura entre tres y siete años.
Debe guardarse en un lugar fresco y oscuro, jamás bajo los rayos directos del sol. Mantené la tapa cerrada para evitar la evaporación y no lo cambie bruscamente de temperatura.