Con 75 años, incontables visitas al país y un vínculo sentimental con los argentinos, sobran razones para ser parte de “Hola y Adiós” y despedir al cantautor español que hizo historia no solo en los escenarios, sino también en las calles porteñas.
Hay razones para no dejar pasar esta última oportunidad. Porque más allá de los numerosos shows que el poeta y cantautor realizó en Buenos Aires, Joaquín Sabina se vinculó sentimentalmente con nuestro país. Cultivó una cálida amistad todavía latente con Andrés Calamaro y enloqueció al público porteño cuando Charly, también su amigo, apareció sorpresivamente en el escenario del Luna Park a principios del 2000.
Joaquín Sabina y Paula, su novia argentina e hincha de Boca.
No faltó música y tampoco faltó el amor. Joaquín Sabina vivió en Argentina en el ‘98 mientras grababa con Fito Páez “Enemigos Íntimos”, su primer trabajo musical a dúo. El Doble Platino quebró por largos años la amistad de los músicos, pero en los meses que el español caminó Buenos Aires, conoció a Paula.
La argentina, 24 años menor que él, lo llevó a conocer sus padres, lo convirtió en hincha Xeneize y lo mandó unos meses más tarde a Madrid con el corazón roto y con el germen de lo que sería “Dieguitos y Mafaldas”: un romance y un recorte de la cultura argentina narrada con la voz entabacada de un extranjero.
“En Londres jugué a la Revolución, Buenos Aires barnizó mi corazón, la vida me enseñó a jugar con fuego y a decir Messi donde dije Diego”, canta Sabina en ‘Contra todo pronóstico’ (2023). Es que nació en la península ibérica pero le cantó a la ciudad rioplatense como a otra cuna. En “Con la frente marchita” (1990) inmortalizó en estrofas a Borges y a Gardel, al Che y a Evita; y paseó como un transeúnte más por el barrio de San Telmo, cruzó Plaza de Mayo y llegó hasta el Río de la Plata.
«Ya sé que en la última gira alguna vez, aunque no en voz muy alta, dije que esa sería mi última gira grande. He cambiado de opinión, porque lo pasé tan bien y fue tan emocionante estar en América y España con mis músicos sobre el escenario, que he decidido hacer una última gira de despedida», anunció Sabina con un video publicado este año en Instagram.
Joaquín Sabina llegará a Buenos Aires en marzo y abril de 2025 con su «Hola y Adiós», la última gira según el cantautor andaluz. Un último gran viaje del artista musical que desde 1984 fue recibido incontables veces en el aeropuerto de Ezeiza. Si Sabina cumple con el plan de alejarse para siempre de escenarios multitudinarios, cuando se apaguen las luces de su último show en el Arena de Villa Crespo, cerrará una amistad con el público argentino de 45 años.