El intento de SpaceX de realizar la primera caminata espacial privada la próxima semana será una prueba de equipos pioneros, incluidos trajes espaciales delgados y una cabina sin esclusa de aire, en una de las misiones más riesgosas hasta ahora para la compañía espacial de Elon Musk.
Un empresario multimillonario, un piloto de combate militar retirado y dos empleados de SpaceX están listos para lanzarse el martes a bordo de una nave Crew Dragon modificada, antes de embarcarse en una caminata espacial de 20 minutos 434 millas (700 km) en el espacio dos días después.
Hasta ahora, caminar en la extensión vacía del espacio solo ha sido intentado por astronautas del gobierno en la Estación Espacial Internacional (ISS), a 250 millas (400 km) sobre la Tierra.
La misión de cinco días de SpaceX, denominada Polaris Dawn, girará en una órbita de forma ovalada, pasando tan cerca de la Tierra como 190 km (118 millas) y tan lejos como 1.400 km (870 millas), lo más lejos que los humanos se hayan aventurado desde el final del programa lunar Apolo de Estados Unidos en 1972.
Los miembros de la tripulación, incluido el multimillonario Jared Isaacman, se pondrán los nuevos y delgados trajes espaciales de SpaceX en un vehículo Crew Dragon que fue modificado para que pueda abrir la puerta de su escotilla en el vacío del espacio, un proceso inusual que elimina la necesidad de una esclusa de aire.
«Están empujando los límites de múltiples maneras», dijo el astronauta retirado de la NASA Garrett Reisman en una entrevista. «También van a una altitud mucho mayor, con un entorno de radiación más severo que el que hemos visto desde Apolo».
La misión ha sido financiada por Isaacman, el fundador de la empresa de pagos electrónicos Shift4. Se ha negado a decir cuánto ha gastado, pero se estima que es de más de 100 millones de dólares.
Junto a él estarán el piloto de misión Scott Poteet, teniente coronel retirado de la Fuerza Aérea de EE. UU., y las empleadas de SpaceX Sarah Gillis y Anna Menon, ambas ingenieras senior de la compañía.
Para SpaceX, que ha sido pionera en cohetes baratos y reutilizables y costosos vuelos espaciales privados, la misión es una oportunidad para avanzar en tecnologías que podrían usarse en la Luna y Marte.
Lejos de la burbuja protectora de la atmósfera terrestre, la electrónica y el blindaje de Crew Dragon y los trajes espaciales se probarán a medida que pasen a través de partes del cinturón de Van Allen, un área donde las partículas cargadas que fluyen principalmente desde el sol pueden alterar la electrónica de los satélites y afectar la salud humana.
«Ese es un riesgo adicional al que no te enfrentas cuando te quedas en la órbita terrestre baja y subes a la ISS», dijo Reisman.
NO ES UNA CAMINATA ESPACIAL NORMAL
La caminata espacial Polaris se llevará a cabo en el tercer día de la misión, pero la preparación comenzará con unas 45 horas de anticipación.
Toda la cabina del Crew Dragon en forma de gominola estará despresurizada y expuesta al vacío del espacio. Si bien solo dos de los astronautas flotarán afuera, atados por una línea de oxígeno, toda la tripulación dependerá de sus trajes espaciales para soporte vital.
Días antes de la caminata espacial, la tripulación comenzará un proceso de «pre-respiración» para llenar la cabina con oxígeno puro y eliminar el nitrógeno del aire.
El nitrógeno, si está presente en el torrente sanguíneo de los astronautas en el espacio, podría formar burbujas, bloquear el flujo sanguíneo y provocar la enfermedad por descompresión, conocida como «las curvas», como en el caso de los buzos que regresan demasiado rápido a la superficie del agua.
La tripulación usará un dispositivo de ultrasonido para monitorear cualquier formación de burbujas, una de las muchas herramientas que se utilizarán en la misión para informar docenas de experimentos científicos, proporcionando a los investigadores un vistazo poco común de cómo les iría a los astronautas en la superficie de la luna o en cualquier otro lugar del espacio profundo.
«Nos da una oportunidad única de probar estos vehículos en un entorno tan único», dijo Emmanuel Urquieta, vicepresidente de medicina aeroespacial del departamento de medicina interna de la Universidad de Florida Central.
Si bien la seguridad de los astronautas en las misiones de la NASA es rigurosamente supervisada por la agencia, no existen tales estándares o leyes estadounidenses para la seguridad de los vuelos espaciales en misiones privadas como Polaris.
Los funcionarios de SpaceX y la tripulación de Polaris dijeron durante una conferencia de prensa el lunes que han planeado una serie de escenarios de contingencia si algo sale mal durante la misión, como una fuga de oxígeno o no volver a sellar la puerta de la escotilla, pero no detallaron cuáles eran.
Reisman dijo que conoce a la tripulación del Polaris y cree que están preparados para manejar cualquier percance inesperado.
«Pero no hay mucho margen de error», dijo.
