La Universidad de Harvard, reconocida mundialmente, habló acerca del propósito personal de cada uno y acerca de cómo encontrarlo.
Arthur Brooks, profesor en Harvard, sostiene que la felicidad no es algo efímero, sino que surge de la combinación de tres componentes esenciales: disfrute, satisfacción y sentido. Sin uno de estos elementos, la felicidad completa y duradera queda fuera de alcance.
El disfrute se refiere a encontrar placer en los pequeños momentos cotidianos, como saborear una comida deliciosa o contemplar un atardecer. La satisfacción se relaciona con apreciar y valorar nuestro camino, reconociendo tanto los logros como los aprendizajes que hemos adquirido. Por último, el sentido de la vida está vinculado con descubrir un propósito, algo que nos impulsa a levantarnos cada mañana y nos ofrece una dirección clara en la vida.
Aunque disfrutar y sentirse satisfecho son aspectos que muchas personas experimentan naturalmente, encontrar el sentido a la vida puede ser un desafío más complejo. Brooks lo describe como una «crisis total», especialmente entre los jóvenes de hoy, quienes a menudo se cuestionan profundamente su existencia.
Las 2 preguntas que hay que responder para saber si encontraste sentido a tu vida, según Harvard
«¿Por qué estás vivo? ¿Qué razón justifica tu existencia?» y, «¿Por qué estarías dispuesto a dar tu vida ahora mismo?» son algunas de las preguntas Este proceso de introspección y reflexión no es inmediato, ya que requiere una profunda autoevaluación para alinear nuestras acciones, valores y creencias.
Buscar respuestas a estas preguntas no implica tener todas las respuestas de inmediato, sino embarcarse en un viaje de autodescubrimiento para comprender el significado de nuestras experiencias y el propósito que nos impulsa. Brooks destaca que, aunque el propósito y el sentido están relacionados, no son lo mismo.
El propósito se refiere a la dirección y los objetivos que nos guían, mientras que el sentido es una comprensión más profunda de por qué hacemos lo que hacemos y cómo impactamos el mundo.