¿Qué nos invita a ciclar nuestra madre tierra?
Cada estación nos invita a conectar con sus características, a sentir su ritmo, y nos muestra que como es afuera, es adentro. Nos refleja nuestra vida para crecer interiormente.
Si nos ponemos a observar, a mirar, y a conectarnos con nuestro corazón, durante el otoño, vamos a sentir su ritmo en nuestro interior. La naturaleza nos habla a través de los colores, a través de las hojas que van cayendo lentamente.
Etimológicamente, la palabra otoño significa «La Plenitud del Año», entendiendo esa plenitud como símbolo de madurez.
En este ciclo, la tierra desacelera su ritmo y prepara el camino para el silencioso letargo de invierno.
Así como los animales se preparan para el invierno, preparan sus casas, sus alimentos, nosotros debemos prepararnos para la nueva estación fría que se va acercando cada vez más.
La invitación del otoño en nuestras vidas es a soltar, así como el árbol suelta las hojas. La naturaleza nos da lugar a la renovación si conectamos con su ciclo, soltando objetos, emociones, pensamientos y relaciones que no nos nutren. Nos invita así a desaprender.
Siento fuerte transmitir que es de suma urgencia en estos tiempos conectarnos con los ciclos de la naturaleza, conectarnos con nuestro interior, para así estar en sincronía con este otoño, y soltar lo que no necesitamos, lo que no nos hace felices y que no es bueno para nuestras vidas.
Somos la expresión del universo, los hijos de esta gran madre que es la tierra. Agradezcamos las infinitas posibilidades que nos brinda.
AUTOR: JIMENA CEBOLLA