Entre las variedades más conocidas se encuentran la Mitcham, Black Mitcham, Menta chocolate y Menta naranja, cada una con características específicas en sabor y aroma que amplían sus aplicaciones tanto en la salud como en la cocina.
La menta piperita, una hierba aromática con una extensa tradición en la medicina natural, es reconocida por sus propiedades antiinflamatorias, relajantes, digestivas y antivirales. Popular en diversas culturas, esta planta híbrida derivada de la menta verde y la menta de agua ha ganado protagonismo tanto en el ámbito culinario como en la salud.
Beneficios y aplicaciones medicinales
- Ansiedad e insomnio: Su contenido de mentol ejerce un efecto relajante, reduciendo el estrés y favoreciendo el sueño. Estudios mencionan que inhalar aceite esencial de menta puede mejorar la calidad del sueño y aliviar el dolor tras intervenciones quirúrgicas.
- Propiedades digestivas: Es un remedio tradicional para aliviar molestias estomacales, como náuseas e indigestión, y promover una mejor digestión.
- Aromaterapia: Es utilizada para combatir dolores de cabeza y mejorar la concentración gracias a su potente aroma.
Consumo y preparación
La menta piperita puede ingerirse en forma de infusión, cápsulas o aceites esenciales. Para un té relajante:
- Hierve 150 ml de agua.
- Agrega una cucharada de hojas de menta y deja reposar por 5-10 minutos.
- Cuela y consume, idealmente antes de dormir.
¿Quiénes no debe consumir menta piperita?
Aunque segura en muchas aplicaciones, la menta piperita debe evitarse en mujeres embarazadas o en lactancia, ya que puede alterar el sabor de la leche materna. Tampoco se recomienda el uso de aceite en bebés o niños menores de 5 años sin supervisión médica, dado su intensidad.
Variedades destacadas
Entre las variedades más conocidas se encuentran la Mitcham, Black Mitcham, Menta chocolate y Menta naranja, cada una con características específicas en sabor y aroma que amplían sus aplicaciones tanto en la salud como en la cocina.