Injerto de encía: tipos y posibles complicaciones

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Injerto de encía: tipos y posibles complicaciones

El injerto de encía se utiliza para resolver los problemas de retracción gingival. Es una cirugía sencilla que logra devolver la función y la estética perdida. Entérate aquí de qué se trata.

El injerto de encía es un procedimiento quirúrgico que se realiza para tratar la retracción gingival. En esta patología, parte de las raíces de los dientes están expuestas por la pérdida de tejido blando e incluso de hueso.

Las encías tienen la función de realizar un sellado alrededor del cuello de cada pieza dentaria para proteger al hueso y a los demás tejidos de sostén. Este mecanismo de defensa frente al exterior se ve alterado cuando, por diversos motivos, ocurre una retracción.

Es entonces cuando esta intervención resulta necesaria. La misma consiste en extraer tejido blando de otra zona de la boca para cubrir la raíz del diente que ha quedado expuesta. También se utiliza para revestir implantes dentales descubiertos.

De este modo, se recupera la protección que ofrece la encía y se mejora la estética de la sonrisa. ¿Te interesa saber más al respecto? En esta ocasión te contamos cómo se realiza, cuáles son sus complicaciones y qué cuidados se deben tener en cuenta. ¡Sigue leyendo!

¿Por qué se retraen las encías?
La encía da soporte a las piezas dentarias y las protege de las agresiones mecánicas del cepillado y la masticación, así como también de las bacterias y sus ácidos. Rellena los espacios entre los dientes para evitar la acumulación y empaquetamiento de los restos de alimentos.

La retracción de las encías es un problema relativamente frecuente. Quienes lo sufren no solo ven alterada su estética, sino que pueden padecer sensibilidad dental. Además, el pronóstico de sus dientes o implantes también resulta afectado. Sucede a cualquier edad y se origina por diversas causas.

Enfermedad periodontal
El comienzo de la dolencia sucede con la gingivitis, que es la inflamación del tejido gingival. El mismo se hincha, duele, sangra y se ve de color rojo. Sin un tratamiento, la evolución es la periodontitis o piorrea, que involucra al hueso que rodea y sostiene a las piezas dentarias.

La acumulación de sarro o placa bacteriana solidificada está asociada a esta afección. Esta lastima la mucosa gingival. Así, en cualquier estadio de la enfermedad periodontal puede suceder la retracción de las encías.

Enfermedad periodontal

Incorrecta técnica de cepillado dental
Un cepillado dental excesivo, con movimientos inadecuados o con mucha fuerza, puede ocasionar la migración de las encías. El uso de cepillos de dientes con cerdas muy duras también es un factor de riesgo.

Se aconseja utilizar cepillos de dientes con cerdas blandas. También es conveniente realizar la limpieza con la técnica de Bass modificada.
El cepillo se coloca inclinado, en la unión de la encía con el diente. Los movimientos deben ser circulares y de barrido, suaves y aplicando una ligera presión sobre los dientes.
Se deben evitar movimientos muy rápidos, horizontales y con una presión excesiva. Estos no solo no higienizan de manera correcta, sino que lastiman las encías.

Movimientos de los dientes
El uso de ortodoncia puede causar la retracción gingival. Luego de los movimientos que sufren los dientes con el tratamiento, sucede este problema de las encías. Es importante que durante el uso de la aparatología se vaya controlando el factor de desplazamiento.

Los traumatismos también afectan el tejido gingival. Sufrir un golpe en la boca puede desplazar la pieza dentaria hacia afuera, lo que conlleva al problema de retracción. Asimismo, hay más predisposición en pacientes que padecen bruxismo.

Los movimientos repetitivos y el apretamiento de las piezas dentales genera la pérdida de esmalte en su cuello. Estas pequeñas lesiones, que se ven como cuñas o bocados, producen la recesión de la encía.

Hábitos nocivos
La costumbre de morder elementos externos, como palillos, clavos o lápices, puede traumatizar la encía hasta causar su retracción. La presencia de piercings en los labios o en la lengua también es un factor causal. El uso de tabaco es otro hábito que, sin duda, afecta.

Susceptibilidad propia del paciente
Existen ciertos biotipos de encías más delgadas y con mayor predisposición a sufrir recesión. Las encías más gruesas, en cambio, se retraen con menos frecuencia. Los cambios hormonales (embarazo) o la edad de la persona también inciden en la aparición de este problema.

¿Qué tipos de injerto de encía existen?
El injerto de encía consiste en la extracción de una porción de tejido donante para colocarlo sobre una zona de diente o implante expuesta. Existen múltiples técnicas y diferentes sectores dadores de tejido. A continuación, explicamos las más comunes.

Colgajo de reposición coronal o injerto gingival pediculado: aquí se levanta parte de la encía cercana a la zona que se quiere tratar, para estirarla y poder cubrir la raíz expuesta. No hay zona donante, sino que se utiliza la propia encía y se reubica en el lugar correcto.
Injerto de encía libre: se toma una porción de tejido de mucosa palatina a la altura de los molares y los remolares, en la capa más externa de la encía palatina, es decir, la más próxima a las piezas dentales. Este injerto se coloca en el sector que se quiere cubrir. Tiene la particularidad de generar la formación de encía libre, muy similar a la normal.
Injerto en túnel o sobre: en este caso, el injerto se extrae del paladar o de la tuberosidad (sector atrás de las muelas de juicio superiores). Se realiza un lecho en medio de las piezas que se van a cubrir para recibir el injerto. Es útil en los casos en que se quiere ganar espesor o grosor de encía.
Como ya mencionamos, las zonas donantes para realizar los colgajos provienen de los siguientes sectores:

Paladar duro: la zona se extiende desde los terceros molares hasta el canino. El tamaño del colgajo depende de la zona que se desea cubrir. Ofrece un buen grosor de mucosa y se puede usar tanto para la técnica de injerto en túnel como para la de encía libre.
Tuberosidad: es la zona que se ubica por detrás de los terceros molares. Aporta un colgajo de buen grosor de tejido.

¿Qué tipos de injerto de encía existen?

Complicaciones posibles durante el injerto de encía
Como todo acto quirúrgico, el injerto de encía puede tener algunas complicaciones. No obstante, no suelen ser frecuentes. En cualquier caso, es conveniente consultar al médico u odontólogo en caso de experimentarlas.

Sangrado posoperatorio
En algunos casos, el sangrado se considera normal. Sucede cuando, al terminar el efecto de la anestesia, la zona donante o la receptora sangran. Al colocar una gasa y ejercerle presión se suele contener. Aún así, puede ocurrir que el sangrado no revierta con la colocación de la gasa.

En esos casos, el profesional tratante debe recurrir a la colocación de agentes hemostáticos para controlar la hemorragia. A veces, los puntos de sutura también pueden ser necesarios. Lo importante es controlar el sangrado antes de que la persona abandone la clínica.

Necrosis o movilidad del injerto
Esta complicación hace referencia a la muerte del tejido colocado, o bien, a su desplazamiento. Hay varias razones por las que puede ocurrir. Una de ellas es una incorrecta realización de la técnica de sutura por parte del cirujano, lo que hace que el colgajo no quede inmovilizado.

Por otro lado, puede pasar porque el paciente hace algún movimiento en la zona que suelta los puntos de sutura. Pese a esto, una porción de necrosis y una contracción parcial en los bordes de la herida son bastante frecuentes y esperables.

Falta de cobertura de la zona
Si la zona tratada no queda cubierta en su totalidad, es necesario proceder de nuevo quirúrgicamente. La colocación de un segundo injerto será necesario para completar el sector descubierto.

Quienes van a recibir un injerto de encía deben recibir la advertencia de esta complicación con anterioridad, ya que no siempre se consiguen los resultados esperados en el primer intento.

Dolor
El dolor posquirúrgico es una posibilidad. De todos modos, suele ser llevadero y sin molestias excesivas si se cumplen las recomendaciones dadas por el cirujano.

En general, se suele colocar una malla transparente sobre la zona dadora para protegerla del exterior y disminuir las molestias. Los pacientes intervenidos relatan la sensación de tener la boca «como quemada con un alimento».

El cirujano indica el uso de analgésicos y antiinflamatorios para disminuir las molestias y favorecer la recuperación. Los antibióticos no suelen ser necesarios.

Consejos y cuidados para el posoperatorio de injerto de encía
Una vez terminada la cirugía, el profesional suele sugerir algunos cuidados para favorecer la recuperación. Estos, a su vez, evitan que se presenten molestias o complicaciones. Los más frecuentes abarcan lo siguiente:

Comer alimentos fríos y blandos. Evitar comidas calientes y duras, ya que favorecen el sangrado y el trauma.
Aplicar hielo o compresas frías en la zona para disminuir la inflamación.
No realizar enjuagues bucales.
No cepillarse la zona. Higienizar el resto de la boca con mucho cuidado para no lastimar la herida o retirar los puntos de sutura.
En caso de sangrado, colocar una gasa seca y comprimir la zona.
No realizar movimientos bruscos de la boca como tocar instrumentos musicales, inflar globos o realizar deportes de contacto. Tampoco estirarse el labio y mejillas para mirar, pues se pueden salir los puntos.
Evitar el uso de tabaco, ya que dificulta la cicatrización.
Tomar la medicación indicada por el profesional.

El injerto de encía para recuperar la sonrisa
La recesión gingival es un problema estético para quien lo sufre, pues la sonrisa está alterada y los dientes parecen más largos de lo normal. Además, las piezas dentarias no poseen la protección de la encía, lo que eleva el riesgo de sufrir problemas de movilidad y sensibilidad.

El injerto de encía es la solución más efectiva y accesible para solucionar esta problemática. Es una cirugía sencilla que permite recubrir las raíces expuestas y mejorar el grosor del tejido gingival. Con este tratamiento simple, es posible recuperar la protección de los dientes y el aspecto de la sonrisa.

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