El GHB es una droga engañosa, ya que no provoca efectos tan visibles o contundentes como otros psicoactivos, pero genera sobredosis con mucha facilidad.
El GHB es un psicoactivo ilegal popularizado en las últimas décadas, en especial, entre adolescentes y adultos jóvenes. En los años 60 la usaron como anestésico, pero debido a sus efectos secundarios y la escasa eficacia dejó de emplearse. En el 2002 la incluyeron dentro de la lista de drogas prohibidas.
La mayoría de la gente se refiere a esta como el «éxtasis líquido»; sin embargo, no tiene nada que ver con él. La analogía nace por algunos de sus efectos, en ningún caso por su composición. Mientras que el éxtasis es un potente estimulante cerebral, el GHB es un depresor.
Pese a todo, en algunos países este último forma parte de algunos medicamentos para el tratamiento de la narcolepsia, un trastorno que se caracteriza por ataques repentinos de sueño y una gran somnolencia durante el día. Pero en la mayoría de las naciones su uso es ilegal, en particular, porque se detectó que tiene consecuencias nefastas para el cerebro.
El GHB: ¿qué es?
El GHB o ácido gamma-hidroxibutírico es un líquido incoloro e inodoro que habitualmente se ingiere por vía oral, casi siempre mezclado con bebidas (Le & Richards, 2022). Actúa como un depresor del funcionamiento cerebral. Esto quiere decir que disminuye o bloquea varias de las funciones del cerebro.
En la actualidad, se sabe que esta sustancia también es producida por el propio organismo. Está presente en el sistema nervioso central y en órganos como el corazón y los riñones. Al margen de ello, se encuentra que esta droga es empleada de manera ilegal en los gimnasios, ya que existe el mito de que activa la hormona del crecimiento y favorece el desarrollo muscular, lo cual no es cierto.
Como psicoactivo recreativo se ofrece, por lo general, en ampolletas de 10 mililitros. Es común su consumo en discotecas, fiestas rave y parece que se asocia a espacios en donde se escucha música techno. Se absorbe de manera inmediata a través del tracto gastrointestinal y no se evidencia en los análisis toxicológicos de orina o de sangre.
Las consecuencias del GHB en el cerebro
Bajo circunstancias particulares, dicha droga altera la microsestructura del cerebro. Un estudio publicado en Frontiers in Psychiatry halló que los comas inducidos por su consumo estaban relacionados con cambios en la sustancia blanca y con un incremento de la impulsividad. Se trata de comas comunes en consumidores crónicos y tienden a ser breves, pero profundos.
Por otro lado, un artículo de NeuroImage Clinical, sugiere que los estados de coma inducido por este elemento cambian la función cortical asociada con la memoria de trabajo,
También se observó una mayor actividad en la región dorsolateral de la corteza prefrontal. Según los investigadores, tal incremento es una forma de compensar y mantener el rendimiento alterado del procesamiento neuronal de la memoria de trabajo.
Siguiendo esa misma línea de exploración sobre los efectos comatosos, en el 2018 Raposo Pereira y su equipo dieron con nuevos hallazgos sobre la memoria a largo plazo y la función cerebral. Los expertos notaron en los comas inducidos por esta sustancia lo siguiente:
- Afectan el rendimiento en pruebas de memoria verbal.
- Están vinculados con alteraciones en la memoria a largo plazo.
- Se asocian con una menor actividad hipocampal en tareas de memoria.
- Guardan relación con la reducción de la actividad de la circunvolución lingual en ejercicios de memoria.
El ácido gamma-hidroxibutírico y los comas inducidos no solo deterioran la memoria y la actividad de ciertas regiones de la corteza, sino que también alteran los afectos. Un estudio publicado en European Addiction Research señala que estas personas tienen niveles más altos de depresión, ansiedad y estrés.
En general, el consumo crónico del «éxtasis líquido» empeora la salud mental, física y sexual, genera disfunción social y un bajo rendimiento laboral (Tay et al., 2022).
Los efectos del «éxtasis líquido»
La droga en cuestión provoca efectos similares a los del alcohol, cuando se usa en dosis bajas. En particular, causa sensación de relajación, desinhibición y elevación del estado de ánimo. En conjunto, esto potencia la sociabilidad.
Un consumo más elevado quizás provoque problemas como somnolencia, náuseas, vómitos y pérdida de la conciencia. A largo plazo, afecta la memoria y provoca estados de ánimo depresivos.
Un aspecto muy problemático de ella es que suele combinarse con otros psicoactivos, como el alcohol o la marihuana; esto potencia sus efectos, incluso, lleva a una sobredosis. Lo mismo ocurre si se mezcla con opiáceos o benzodiazepinas. En esos casos tiende a desencadenar los siguientes síntomas:
- temblores,
- dolor de cabeza,
- incontinencia urinaria,
- dificultades respiratorias.
De acuerdo con el Informe Europeo sobre Drogas, se estima que el 11 % de las personas que entran a servicios de urgencias por intoxicación con drogas consumieron «éxtasis líquido». Asimismo, se sabe que los casos de sobredosis ligados a este vienen en aumento. Además de comas, las sobredosis pueden provocar la muerte.
Una droga peligrosa
Los efectos de esta droga se producen entre los 15 y 20 minutos posteriores a su consumo, señala Alcohol and Drug Foundation. Las sensaciones duran entre 60 y 90 minutos y desaparecen por completo 3 o 4 horas después.
Si se emplea con mucha frecuencia, el ácido gamma-hidroxibutírico provoca dependencia y adicción, indica Substance Abuse and Rehabilitation. El cuadro clínico del síndrome de abstinencia es similar al que causa la suspensión del consumo de alcohol.
El margen de seguridad del «éxtasis líquido» es menor que el de otras drogas. Esto quiere decir que solo un pequeño incremento en el consumo de esta sustancia da lugar a efectos muy elevados. Dicho de otra manera: es mínima la diferencia entre la dosis recreativa y la dosis tóxica. Por eso, este psicoactivo se cataloga como una droga peligrosa.
Otro de los aspectos preocupantes de este psicoactivo es que en los últimos años viene empleándose con fines delictivos. A las víctimas se les ofrece el «éxtasis líquido» mezclado con alcohol, para provocar sumisión química, o sea, pérdida de la voluntad inducida por el consumo.
Una vez hecho esto, se perpetran abusos sexuales o de otro tipo. Por lo tanto, es importante estar muy atentos a las bebidas ofrecidas en discotecas o sitios similares.
Conclusión
El GHB es una droga peligrosa que actúa como un depresor del sistema nervioso central. Aunque provoca sensaciones de relajación y sociabilidad, su uso crónico tiene graves consecuencias para la salud mental, física y sexual, altera la memoria y aumenta la depresión, el estrés y la ansiedad.
Además, su uso indebido lleva a la pérdida de la conciencia y, en casos extremos, al coma y a la muerte. Es crucial que la sociedad esté informada sobre los peligros del «éxtasis líquido» y se tomen medidas para prevenir su uso recreativo.