Durante los meses de invierno, con las bajas temperaturas y la alta concentración de personas en espacios cerrados, aumenta la frecuencia en la que nos exponemos a contraer enfermedades. El virus de la influenza se transmite fácilmente de una persona a otra a través de gotitas expulsadas con la tos, los estornudos y al hablar. Por lo que se sugiere no exponerse a grupos grandes de personas si presenta alguno de estos síntomas: fiebre, escalofríos, tos persistente, irritación o dolor de garganta, congestión nasal, dolores musculares, cefaleas y sensación de fatiga extrema.
Por suerte existen diferentes métodos para combatir los malestares ocasionados por este virus. Un ejemplo es la menta. Esta planta es ideal para combatir los resfriados, relajar los músculos y aliviar la indigestión por varias razones.
Beneficios del té de menta
La menta es una planta versátil con múltiples propiedades beneficiosas para la salud. Sus aceites esenciales, como el mentol, tienen efectos antiinflamatorios y analgésicos que ayudan a aliviar dolores musculares y reducir la inflamación. Además, la menta actúa como un potente descongestivo, facilitando la respiración al despejar las vías respiratorias y aliviar la congestión nasal. Sus propiedades antimicrobianas contribuyen a combatir bacterias y hongos, mientras que su capacidad para relajar el tracto gastrointestinal la convierte en un remedio eficaz contra problemas digestivos y náuseas. También se destaca por su capacidad para mejorar la circulación sanguínea y estimular el sistema inmunológico, ofreciendo así un apoyo integral para el bienestar general.
Para combatir la gripe, es crucial acompañar el tratamiento médico con una dieta abundante en vitaminas y una adecuada hidratación. Por esa razón, el té de menta es una excelente opción, ya que no solo te ayudará a desinflamar tus fosas nasales, sino que también abrirá tu garganta, regulará tu sistema digestivo, relajará tus músculos y disminuirá el estrés.
Receta del té de menta
Ingredientes
10 hojas de menta fresca o seca
250 ml de agua
1 cucharada de miel
Preparación
Lava y desinfecta las hojas de menta.
En una olla, calentá el agua hasta que hierva.
Añadí la menta al agua hirviendo y dejá reposar durante 10 minutos.
Agregá la miel para endulzar. Si lo preferís, podés consumir la bebida sin este ingrediente.
Preparar este té de menta te proporcionará alivio de los síntomas de la gripe y otros malestares. Además, es una bebida reconfortante y fácil de hacer en casa.
