Las pequeñas herramientas para realizar rituales de belleza en casa son cada vez más populares y por buenos motivos: si se usan con regularidad, ofrecen resultados sorprendentes, son accesibles, invitan a dedicarse un momento de autocuidado y alivian tensiones. Desde las manos -que resultan prodigiosas para las posturas de yoga facial-, pasando por rodillos, piedras, globos de hielo y esponjas, repasamos cuáles son los dispositivos para armar un kit esencial.
Las herramientas imprescindibles de la rutina facial
Esponja de Konjac. Proviene de una planta asiática muy valorada por sus propiedades nutritivas. Se consigue en distintas versiones: blanca, verde, negra, rosa y roja. Se usa para limpiar y exfoliar suavemente.
Rodillos de jade. Estas herramientas milenarias utilizadas en medicina tradicional china pueden ser de cuarzo, obsidiana y otras piedras. Reducen la hinchazón, mejoran la circulación y estimulan la producción de colágeno.
Piedra Gua Sha. Su forma se adapta al contorno de la cara. Igual que los rodillos de jade, sirve para hacer masajes que favorecen el drenaje linfático, reducen la tensión muscular y le dan un tono luminoso y vital a piel de la cara.
Cepillos limpiadores. Eliminan el maquillaje, el exceso de grasa y las impurezas.
Masajeador de ojos. Diseñado para esta zona de la cara, actúa con vibraciones que estimulan la circulación y refrescan la mirada. También reducen la hinchazón, las ojeras y las líneas de expresión.
Globos de hielo. Pueden ser de vidrio o de acero. Se usan para descongestionar, eliminar los signos de cansancio y revitalizar la piel. Se recomienda mantenerlos en la heladera (no en el freezer).
¿Qué hay que tener en cuenta cuando utilizamos las beauty tools?
Después de usar cualquier herramienta, es conveniente aplicar una crema o emulsión y protector solar. Antes del masaje con Gua Sha, que es más intenso, se pueden colocar unas gotas de aceite. Luego, las piedras se lavan con agua y detergente para eliminar la oleosidad. Los especialistas recomiendan alternar estas herramientas y utilizarlas no más de dos veces por semana.
