Un grupo de arqueólogos croatas han encontrado en uno de los yacimientos neolíticos más antiguos de Europa un horno para cocinar y calentar agua que hacía las veces de calefacción central.
El horno de 6.500 años apareció durante la excavación de una antigua casa en la aldea de Bapska, al este de Croacia.
Los expertos dicen que el horno proporcionó alimentos cocidos, agua caliente y calefacción central para la vivienda.
El investigador principal, Marcel Buric, dijo que el hallazgo es significativo porque el horno fue cubierto para proteger el resto del edificio del fuego.
Además de todo eso, lo más intrigante que encontraron estaba en otra estancia de la casa. Los arqueólogos dieron con los restos cremados de un bebé de unos 15 meses que se cree que son el resultado de un sacrificio humano.
“Sabemos que se hicieron tales sacrificios para asegurar el crecimiento de cultivos. Cuanto más preciada era la vida, por ejemplo un bebé, mejor será el resultado, o al menos eso pensaban”.