El sexo anal es una forma de placer que no siempre nos animamos a explorar, pero que puede hacernos sentir cosas nuevas e inolvidables.
El sexo anal es uno de esos placeres que ofrece el cuerpo al que no todas las personas se animan tan fácilmente. Quizá esto se debe a que no hay suficiente información sobre cómo hacerlo bien y disfrutable, aunque también puede estar relacionado al hecho de que no es fácil llegar al punto donde el encuentro de este tipo sea puro placer sin dolor ni incomodidad, pero como saben quienes lo han experimentado, si se logran superar estas partes, el sexo anal puede ser realmente placentero.
Y es que las sensaciones que provoca el sexo anal son muy particulares y diferentes a otras formas de placer que podemos sentir en el cuerpo, nada se le compara. En el caso de los hombres, el sexo anal puede darles mucho placer porque la próstata es estimulada. Esta glándula pequeña como el tamaño de una nuez se encuentra a cinco centímetros aproximadamente en el interior del cuerpo y está muy cerca de la pared del recto, lo cual hace que al momento de penetrar o estimular esa parte del cuerpo se pueda rozar con la próstata y este es uno de los puntos de más elevado placer para los hombres. De hecho, estimular la próstata puede ayudar a los hombres a tener orgasmos más placenteros que la simple penetración tradicional, y esto se conoce con el nombre de orgasmo prostático.
En el orgasmo prostático la atención se centra en el punto P masculino, que es este punto que mencionamos hace un momento, en el que la estimulación por el recto entra en contacto con la próstata y genera mucho placer en el hombre. De hecho, este tipo de orgasmo se puede alcanzar mediante sexo anal, pero también mediante simples estimulaciones en el área que puedes practicar con tu pareja, con las manos o con algún juguete, o también tu solo. Lo importante es liberarse de tabúes, aprender a fluir y respirar con calma, y tener la intención de explorar tu cuerpo y tus formas de obtener placer. Recuerda que después de todo puedes hacerlo solo o acompañado.
Además, si eres un hombre que está teniendo sexo anal con una mujer, debes saber que el recto es una cavidad mucho más estrecha que la vagina, aumentando el placer de la penetración para ti. Pero ten mucho cuidado, pues esto también implica que para lograr un sexo anal que sea consensuado y placentero para las dos partes es sumamente importante que tomes en cuenta la comodidad y el placer de la mujer con la que estés.
Por ejemplo, asegúrate que antes de llegar a la penetración anal, la persona en cuestión esté lo suficientemente excitada (o excitado, si se practica con otro hombre) como para poder dilatar su cuerpo y reducir cualquier posible dolor por no estar lo suficientemente lista para esta penetración. Además, es muy recomendable aprovechar algún lubricante para que no haya dolor e incluso puede ser un lubricante anal, los cuales están diseñados especialmente para este tipo de encuentros y ayudan no solo a mejorar la penetración y hacerla más sencilla al mantener el área lubricada, sino que en ocasiones también pueden ayudar a dilatar y hasta adormecer el ano, para que se aseguren de que no haya dolor y todo pueda fluir bien.
También es importante recordar que incluso si en un inicio el sexo anal está funcionando bien, puede pasar que de pronto algo duela o se sienta incómodo, y es importante mantener una buena comunicación entre las personas para identificar si hay que bajar el ritmo o simplemente detenerse. Consejo: traten de no racionalizar demasiado el momento, sino de sentirlo y disfrutarlo, pues esto ayudará a que no tengan que parar por miedo.
Y en el caso de las mujeres, el placer del sexo anal se basa sobre todo en las terminaciones nerviosas que existen alrededor del ano, que también tienen los hombres, y que son muy sensibles al tacto y al contacto físico, por eso también se puede aprovechar para estimular a las mujeres en esa parte del cuerpo, incluso mientras se practica sexo de forma tradicional.