Los hematomas intrauterinos son una de las causas de sangrado vaginal en el embarazo. Su pronóstico depende de las características del mismo y del cuidado luego de su diagnóstico. Conoce más a continuación.
Los hematomas intrauterinos pueden generar gran preocupación en las mujeres embarazadas que los padecen, ya que, al diagnosticarlos, el embarazo pasa a considerarse de riesgo. No obstante, el grado de peligro dependerá de las características específicas de este hallazgo.
La aparición de estos coágulos es más frecuente durante el primer trimestre. Pueden no causar ningún tipo de síntoma o ir acompañados de un sangrado vaginal. El tratamiento se basa en reposo relativo o absoluto, hasta que la sangre se reabsorba. Continúa leyendo para saber qué son los hematomas sanguíneos, sus tipos, las causas y cómo se tratan.
Hematomas intrauterinos, ¿qué son y cuáles son sus tipos?
Los hematomas intrauterinos son coágulos de sangre que pueden aparecer durante el embarazo. Se alojan entre la placenta o el corion y la pared interna del útero. Se les conoce también con el nombre de hematomas interdeciduotrofoblásticos.
Estas heridas ocurren cuando los vasos sanguíneos que llevan sangre a la placenta se rompen, formando un acumulado de sangre dentro del útero. Esto causa una separación parcial entre la capa externa de la placenta y las paredes internas del útero.
Según un estudio publicado en Ultrasound in Obstetrics And Gynecology, esta herida se asocia con un mayor riesgo de parto prematuro. Pueden aparecer en cualquier etapa de la gestación, sin embargo, son más frecuentes durante el primer trimestre.
Es importante destacar que los hematomas intrauterinos no representan siempre un peligro en todos los embarazos. Lo habitual es que esta sangre se reabsorba al cabo de unas semanas al seguir algunos cuidados y que la gestación continúe sin problemas.
Cuando el hematoma alcanza un tamaño considerable, representando más del 50 % del saco gestacional, y se encuentra cerca de la placenta, sí puede ser peligroso. En este caso, existe la posibilidad de que afecte el desarrollo del bebé o incluso provoque un aborto espontáneo.
Tipos de hematomas intrauterinos durante el embarazo
Según la localización del hematoma intrauterino, estos se clasifican en:
- Hematoma subcoriónico o retrocorial: se forman en la cavidad endometrial. Este tipo de hematoma es una de las causas más comunes del sangrado vaginal en el embarazo, entre las semanas 10 y 20. Aunque representan una amenaza de aborto, en el 70 % de los casos tienen una evolución benigna.
- Hematoma retroplacentario: se localizan entre la placenta y el endometrio. Son más frecuentes hacia el tercer trimestre. Suelen tener un mayor riesgo de complicaciones, según lo señala un estudio publicado en la revista Human Fertility.
- Hematoma supracervical: se ubican hacia el cérvix uterino. Aunque pueden causar sangrado vaginal, tienen un buen pronóstico.
Causas de los hematomas intrauterinos
No hay una causa clara para el desarrollo de hematomas intrauterinos durante la gestación. Sin embargo, es cierto que algunas condiciones pueden aumentar la probabilidad de padecerlos, como es el caso de mujeres sometidas a tratamientos de reproducción asistida.
Durante estos tratamientos, se pueden manipular óvulos y espermatozoides fuera del cuerpo antes de la implantación en el útero. Este proceso puede causar irritación o pequeños traumas en el revestimiento uterino, lo que podría contribuir al desarrollo de hematomas.
Otras causas que pueden favorecer la formación de estos coágulos dentro de la cavidad uterina son:
- Diabetes preexistente.
- Alteraciones hematológicas.
- Enfermedades autoinmunes.
- Mujeres mayores de 35 años.
- Traumatismo durante la gestación.
- Embarazos previos o abortos recurrentes.
- Historia de infecciones a nivel de la pelvis.
- Hipertensión arterial crónica o preeclampsia.
- Tabaquismo, alcoholismo o consumo de drogas.
¿Cómo se detectan los hematomas intrauterinos?
Los hematomas se detectan por medio de una ecografía. Algunas mujeres pueden tener un sangrado de variable intensidad (conocidos como metrorragia) como consecuencia de estos hematomas, por lo que el médico indicará una ecografía para determinar la causa.
Sin embargo, a menudo se descubren durante las ecografías de control. En estas, se puede ver un hematoma con forma de cuña o medialuna, creando áreas donde la capa externa de la placenta está separada de las paredes del útero. El especialista analizará su localización y medirá el tamaño (largo por ancho), para seguir su evolución y establecer el tratamiento.
¿Cuál es el tratamiento de los hematomas intrauterinos?
No existe un tratamiento definitivo para los hematomas intrauterinos. Dependiendo de las características del hematoma, el especialista en ginecología indicará el procedimiento a seguir, basado en las condiciones propias de la gestante. En general, los cuidados a seguir cuando se padece de esta condición son:
- No realizar esfuerzos.
- No se debe mantener relaciones sexuales.
- Llevar una dieta alta en fibra para evitar el estreñimiento.
- En algunos casos, el especialista puede indicar progesterona vía vaginal.
- Guardar reposo absoluto o relativo, todo dependerá del tamaño y la localización del hematoma.
- Control prenatal frecuente. Lo habitual es que el médico indique controles semanales o por lo menos 2 veces durante el mes.
En casos graves puede ser necesario la hospitalización de emergencia.
¿Son peligrosos los hematomas intrauterinos?
El pronóstico dependerá de la ubicación y del tamaño del hematoma. Si este es pequeño o de tamaño moderado y no se acompaña de síntomas, suele tener buen pronóstico.
Por el contrario, si el hematoma es de gran tamaño, se localiza en la placenta, va acompañado de síntomas como sangrado y dolor abdominal, y además se presenta hacia el tercer trimestre del embarazo, sí puede tener consecuencias graves que pongan en riesgo la vida tanto de la madre como del bebé.
Puede ocurrir también qué, al no llevar un reposo adecuado, el hematoma siga creciendo y abarque más espacio, aumentando así el riesgo de complicaciones en el embarazo.
Un estudio publicado en Frontiers in Medicine detalla que el hematoma intrauterino en el primer trimestre del embarazo aumenta el riesgo de desarrollar un aborto espontáneo, parto prematuro, desprendimiento de placenta y restricción del crecimiento fetal.
También, hay riesgo de disminuir el aporte de nutrientes y oxígeno al bebé a través de la placenta o de una rotura prematura de la membrana por esta causa.
La detección precoz es fundamental
Los hematomas intrauterinos son frecuentes en la primera etapa del embarazo. Por suerte, la mayoría de las mujeres a las que se les detecta esta condición continúan su embarazo sin complicaciones. Eso sí, es necesario que se diagnostique a tiempo para que el reposo materno favorezca su desaparición.
Por ello, en caso de sangrados durante el embarazo, lo recomendable es acudir a la brevedad posible a una evaluación médica con el ginecólogo con el fin de detectar la causa y actuar de manera oportuna. Solo así se pueden evitar otras consecuencias que afecten el bienestar de la madre y el bebé.